domingo, 9 de mayo de 2010
Pronto llegarán. Cuando el día Z llegue cogeré mi bate y pondré en práctica todo lo aprendido en los montones de peliculas sobre zombies que he visto. No tendré compasión. Uno a uno les iré arrancando ese maldito lamento de su pastosa boca podrida. Su cabeza rozará de nuevo el suelo. No tendré compasión con mi familia si se infectan con el virus. Porque el infierno ya está en la tierra, por lo que ya no es necesario que los muertos bajen hasta él. Se quedarán aquí agonizando como lo hacen sus acompañantes. Los vivos murientes.
Publicado por R. Sarga en 11:04
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario